Sí, porque, antes, cuando leía tus mensajes, pensaba con nostalgia que ya tu móvil no le escribía al mío.
Después, seguía igual, pero empecé a preguntarme cómo era capaz de leer y aguantar todo eso (con tu penosa ortografía y tus tonterías).
Pero ahora... Ahora, cuando los leo para borrarlos, sólo puedo considerarme tonta por haberte soportado. Y, humilde y sinceramente, creo que merecía (y merezco) algo y alguien mejor.
Por eso, creo que esta vez sí, estoy superándolo... Estoy superándote.